Olivia
Trinidad Arias, la viuda de George Harrison, detuvo una campaña para erigir una
estatua de bronce de su marido cerca de su casa en Oxfordshire, a las afueras
de Londres, por considerar que “podría atraer la atención de gente extraña al
lugar”.
En su lugar, Olivia Harrison pidió que el
dinero recaudado para la obra se destinara a algún otro proyecto comunitario
que llevase el nombre del Beatle.
La
iniciativa de rendir un homenaje a Harrison partió de un vecino de la
localidad, llamado James Lambert, que logro reunir un poco más de dos mil
firmas entre sus conciudadanos, es decir el equivalente al 20 por ciento de la población
de Oxfordshire, para poder llevar a cabo el proyecto.
Lambert aseguro que “la estatua no tenía como
fin aprovechar la fama de George Harrison sino mas bien reconocer su contribución
a la comunidad”.
En enero de 1970, George Harrison compro una
casa en Oxfordshire, llamada Friar Park, que fue construida a finales del siglo
19 por un excéntrico abogado, llamado Sir Francis Crisp, a quien el guitarrista
le dedico una canción para su primer álbum como solista.
Rodeada por un inmenso terreno, “solo
comparable a los jardines del castillo de Windsor”, como lo describió una vez
un biógrafo del cantante, Harrison instalo en esta casa un estudio profesional
con el cual grabo prácticamente todas sus obras musicales después de la disolución
de los Beatles.
Puerta Principal de Friar Park |
La decisión de Olivia Trinidad Arias de impedir
que se coloque una estatua de su marido en los alrededores de su casa, que
atraiga la atención de forasteros a la zona, quizá obedeció al terrible episodio que vivieron ella y el guitarrista, en diciembre de 1999, cuando un
enajenado mental logro burlar los sofisticados sistemas de seguridad de la casa
y herir varias veces a Harrison con un arma blanca.
Si quieren honrar la memoria de George, que hagan una obra de bien público a su nombre. Es mucho más acorde a su forma de pensar que una estatua.
ResponderBorrar