Paul
McCartney hizo un alto en su abultada agenda musical para hacer acto de
presencia en el final del desfile de moda de su hija Stella en la semana de la
moda en Paris que se celebró la semana pasada en la llamada ciudad luz.
La llegada inesperada del ex Beatle, junto a
su esposa Nancy Shevell, como era de suponer, desencadeno una verdadera
tormenta de flashes que complico el trabajo de los asistentes y encargados de
seguridad de los salones de la opera de Paris, que se vieron obligados a
reacomodar a los presentes en sus sitios para que el show pudiera comenzar.
Stella
McCartney presento su colección otoño-invierno que fue recibida con una gran ovación
por el público presente entre el cual se encontraban algunos famosos como Kanye
West, el actor Woody Harrelson y la cantante francesa Geraldine Nakache que se
sentaron junto a Paul y su esposa en la primera fila del desfile.
Muchas de las prendas que presento Stella
aquella noche estuvieron inspirados en su fallecida madre, Linda Eastman, una
ferviente luchadora y activista en favor de los animales, porque fueron
fabricados con el llamado estilo de “yeti”, o “piel libre de piel”, tan bien
realizados que, según los expertos, hubiesen podido confundir a cualquier
editor de moda incapaz de diferencia si son de animales o no.
Al concluir el desfile y los aplausos, volvió a formarse un enjambre de reporteros,
admiradores y curiosos en torno a Paul McCartney quien tras ponerse de pie y
abrazar a sus amigos Woody Harrelson y Kanye West se abalanzo para abrazar a su
hija, la verdadera estrella de aquella glamurosa noche parisiense.
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