Unas huellas dactilares de John Lennon fueron confiscadas por el buro federal de investigaciones, mejor conocido por sus siglas en ingles FBI, momentos antes de que fueran subastadas en un establecimiento comercial en nueva york, llamado “Gotta have it”, por un precio de salida de cien mil dólares. Las huellas, que fueron tomadas en una tarjeta de la policía de nueva york en 1976 cuando el Beatle aplico para obtener la residencia estadounidense, fueron incautadas por la FBI cuando uno de los propietarios de la tienda, Peter Siegel, no supo explicar como llegaron a sus manos. La tarjeta, junto a otros importantes documentos procesales, fue extraída ilegalmente del expediente judicial que llevaba León Wilde, abogado de Lennon, cuando éste demando al gobierno del entonces presidente Richard Nixon para obtener la nacionalidad norteamericana. Un agente del FBI, llamado James Margolin, explico que el problema “no se trata de John Lennon sino de esclarecer la procedencia ilegal de un document...