
Una semana como esta en el 2003 el Paul McCartney visita por primera vez la legendaria plaza roja de Moscú.
La llegada del músico a la capital rusa fue apoteósica porque recibió todos los honores de un jefe de estado incluida la alfombra roja y una visita privada al Kremlin para conocer al presidente ruso Vladimir Putin.
después del encuentro, el premier ruso dijo que “durante su juventud había sido un gran admirador de los Beatles pese a los grandes esfuerzos del régimen soviético por impedir la distribución de sus discos en el país”, indicó igualmente que los Beatles fueron como “una gota de libertad, un suspiro de aire fresco y una ventana al mundo”
En agradecimiento a las atenciones recibidas, McCartney hizo un pequeño recital en el palacio de gobierno ruso en el que le dedicó al presidente Putin algunas estrofas de la canción “Let it Be”.
La actuación de McCartney en la plaza roja fue custodiada por mas de 1.000 efectivos y molestó a algunos viejos lideres del partido comunista que criticaron el concierto por su cercanía a las tumbas de Lenin, Stalin y otros grandes lideres de la era soviética.
En 1980 McCartney trato de actuar en la unión soviética pero le fue negada la posibilidad porque “sus ideas y su música no se ajustaban al marco ideológico” que reinaba en el país para la época.
Durante su actuación en la plaza roja de Moscú McCartney interpreto alrededor de 40 canciones incluidas 20 de los Beatles.
El concierto fue monitoreado mediante unas pantallas gigantes colocadas a lo largo de toda la plaza que a su vez subtitulaban simultáneamente al ruso la letra de todas las canciones del ex Beatle.
Para cerrar su actuación en la capital rusa McCartney interpreto, como era de suponer, la canción “Back in the USSR” que produjo una reacción de “verdadera histeria colectiva” entre la enorme multitud que se congrego en el lugar para presenciar la única actuación de un Beatle en Rusia.
La llegada del músico a la capital rusa fue apoteósica porque recibió todos los honores de un jefe de estado incluida la alfombra roja y una visita privada al Kremlin para conocer al presidente ruso Vladimir Putin.
después del encuentro, el premier ruso dijo que “durante su juventud había sido un gran admirador de los Beatles pese a los grandes esfuerzos del régimen soviético por impedir la distribución de sus discos en el país”, indicó igualmente que los Beatles fueron como “una gota de libertad, un suspiro de aire fresco y una ventana al mundo”
En agradecimiento a las atenciones recibidas, McCartney hizo un pequeño recital en el palacio de gobierno ruso en el que le dedicó al presidente Putin algunas estrofas de la canción “Let it Be”.
La actuación de McCartney en la plaza roja fue custodiada por mas de 1.000 efectivos y molestó a algunos viejos lideres del partido comunista que criticaron el concierto por su cercanía a las tumbas de Lenin, Stalin y otros grandes lideres de la era soviética.
En 1980 McCartney trato de actuar en la unión soviética pero le fue negada la posibilidad porque “sus ideas y su música no se ajustaban al marco ideológico” que reinaba en el país para la época.
Durante su actuación en la plaza roja de Moscú McCartney interpreto alrededor de 40 canciones incluidas 20 de los Beatles.
El concierto fue monitoreado mediante unas pantallas gigantes colocadas a lo largo de toda la plaza que a su vez subtitulaban simultáneamente al ruso la letra de todas las canciones del ex Beatle.
Para cerrar su actuación en la capital rusa McCartney interpreto, como era de suponer, la canción “Back in the USSR” que produjo una reacción de “verdadera histeria colectiva” entre la enorme multitud que se congrego en el lugar para presenciar la única actuación de un Beatle en Rusia.
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