
Por ello el músico, que actualmente cumple una apretada agenda de conciertos en Europa, se mostro a favor de una legislación que regule los excesos de la prensa.
McCartney dijo que en 2008, en medio de su crisis matrimonial con Heather Mills, le llamo la atención que la prensa publicara detalles de su vida privada que solo él conocía y que lo llevaron a sospechar de personas de su entorno intimo.
El músico también arremetió contra el acoso de los paparazis que “no lo dejan en paz” y confesó que a veces siente envidia de los “gordinflones” que pasean por la playa mientras que él tiene que estar “dos semanas” metiendo la barriga.
McCartney dijo que, desde la crisis de los teléfonos intervenidos, que culmino con el cierre del semanario “News of the World” el pasado mes de julio, suele hablar muy poco con su móvil y que cuando deja un mensaje de voz en el buzón suele decir “cosas buenas e insignificantes”.
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