Dorinish, una isla irlandesa que durante años
fuera propiedad de John Lennon, fue puesta a la venta recientemente por
trescientos ochenta y cuatro mil dólares.
El Beatle compro esta isla, habitada hoy sólo
por ovejas y aves marinas, en 1967 por un poco menos de tres mil dólares con el
propósito de que sirviera de lugar de retiro para él y su esposa.
Sin embargo, un año después de su muerte, su
viuda Yoko Ono, decidió venderla donando las ganancias a un orfelinato
irlandés.
Conocida
en la región como “La isla Beatle”, en la década de los setenta Lennon decidió
crear en “Dorinish” un modelo de comunidad hippie para lo cual invito a un
grupo selecto de personajes con pelo largo y signos de la paz a cuestas, para
que la habitaran. Desafortunadamente el experimento solo duro dos años.
Compuesta por un poco menos de nueve
hectáreas, Dorinish se vende sin permiso de obra y en una de sus laderas se puede
ver todavía las ruinas de unas viejas casas que datan del siglo diecinueve que
eran utilizadas por los marinos para extraer rocas.
Michael Brown un lugareño de 73 años, que en
su momento fue el encargado de mostrarle a Lennon la isla, recuera vívidamente
al cantante “haciendo paneos con una cámara, para captar la mejor panorámica de
la bahía, así como sus vistas a la zona montado en un enorme Rolls Royce
psicodélico”
En 1971, cuando un reportero de la revista “Rolling
Stone”, le pregunto a Lennon como se imaginaba su vida junto a Yoko Ono a los
sesenta y cuatro años, respondió: “espero que seamos una linda parejita de
viejitos y que vivamos frente a la costa de Irlanda mirando nuestro álbum de
recuerdos de las locuras…”
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