Paul
McCartney, quien el pasado 18 de junio cumplió 71 años de edad, demostró estar
en “perfectas condiciones físicas” ya que hace pocos días, en el balcón del
hotel donde se estaba hospedado en Varsovia, hizo algunas “flexiones de brazo” ante
un nutrido grupo de fanáticos y fotógrafos que se encontraban agolpados debajo mientras
les gritaba cómicamente “ven que puedo hacer otras cosas además de cantar!!”.
Con una gran sonrisa dibujada en sus labios y
en compañía de su esposa Nancy Shevell, que no dejaba de tomar fotos con su
celular, el músico hizo un esfuerzo divertido por mostrar sus “portentosos” bíceps
y hacer algunas bromas con todos los presentes.
Este encuentro inusual con su fanaticada fue
el preámbulo de su primer concierto en la capital de Polonia, en el Estadio Nacional,
donde se dieron cita más de cincuenta mil fanáticos que no dejaron de corear
por un segundo todas las canciones que interpreto.
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