Una
semana como esta, en 1943, nace en Liverpool, Inglaterra George Harrison.
George era el menor de cuatro hermanos que se
criaron en el seno de una familia humilde.
Desde muy joven, Harrison comenzó a tocar la
guitarra siendo sus grandes ídolos Elvis Presley, Buddy Holly y, por supuesto
el gran Carl Perkins, a quien le debió mucho de su sonido.
George
y Paul McCartney se hicieron amigos, no solo por su afición a la música, sino
porque ambos tomaban el mismo autobús para ir a la escuela.
Fue McCartney quien le sugirió a Lennon incluir a Harrison en las filas de su por entonces incipiente agrupación musical los Quarrymen.
Desde entonces Lennon, McCartney y Harrison se
harían inseparables y con la llegada de Ringo, años más tarde, se harían
conocer a lo largo y ancho del planeta como los Beatles.
Sin embargo a Harrison le molestaba la fama y
la adulación y solía decir que “hubiese preferido ser exitoso que famoso”
Apodado
como “el Beatle silencioso”, Harrison no hablaba mucho en las conferencias de
prensa del cuarteto, pero cuando lo hacía derrochaba humor e ingenio.
A mediados de los sesenta el guitarrista sintió
el deseo de conocer a Dios por lo que lo embarco en un viaje místico a la India
donde conoció y fue pupilo de uno de los grandes maestros de la citara, como es
el recientemente fallecido Ravi Shankar,
del cual aprendió los secretos de este difícil instrumento milenario.
A pesar de que escribió varias canciones junto
al cuarteto, no sería sino al final del grupo cuando su talento como compositor
florecería con temas inmortales como “Here Comes the Sun” y “Something”.
Su carrera en solitario comenzó con buen pie
editando un álbum triple, llamado “All Thing Must Pass” que muchos consideran
como el mejor trabajo en solitario de un ex Beatle.
En 1971, empeñado en socorrer a las víctimas
de la guerra en Bangla Desh, el guitarrista organizo un concierto en el Madison
Square Garden de Nueva York que reunió algunas de las personalidades más
grandes de su tiempo como Eric Clapton, Billy Preston, Leon Russell, Jesse Ed
Davies, Ringo Starr y el notorio regreso de Bob Dylan.
Harrison nunca se retiró formalmente de la música
y solía editar un álbum periódicamente aunque sin la ayuda de un manager que
dirigiera su carrera.
A finales de la década de los ochenta volvió a
los primeros lugares de popularidad con el álbum “Cloud Nine”, del cual se
extrajo el sencillo “Got My Mind Set on You” y la formación de la superando “Traveling
Wilburys” que publico dos discos de gran aceptación.
Harrison
murió en los Ángeles el 29 de noviembre de 2001 y sus últimas palabras fueron
“amaos los unos a los otros”
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