Paul
McCartney decidió dejar a un lado los grandes escenarios y los estadios para
ofrecer un concierto íntimo frente a unos pocos afortunados que se dieron cita
en un pequeño pub californiano, llamado “Pappy and Harriet Pionner Palace”, en
la zona desértica de Yucca Valley.
Este
“show secreto” fue organizado por el
manager del Beatle que hace dos meses visito la zona para ubicar la locación
mas factible para esta singular presentación que el propio Paul anuncio en su
cuenta twitter a las 10 de la mañana del mismo día.
Debido
al tamaño y la capacidad del lugar solo fueron admitidos 300 fanáticos y la
dueña del local, Robyn Celia, comento que la lista de los que se quedaron fuera
fue mucho más grande que la de los que lograron entrar.
En
cincuenta dólares fueron vendidas las entradas para este concierto en el cual McCartney,
en una pequeña tarima, interpreto una veintena de canciones de los Beatles y de
sus días con el grupo Wings.
Al
finalizar el recital Paul bromeo con su público asegurándoles que había sido “el show más grande que había hecho en su
vida” y luego en cuenta instagram agradeció a los que acudieron a su “pequeño show en el desierto”.
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