
Paul McCartney cumplió finalmente con su palabra y actuó frente a unas cuarenta mil personas en el parque Yarkon de Tel Aviv en el que fue descrito por casi todos los rotativos de Israel como “el concierto de la década”.
El Beatle interpreto una selección de treinta canciones en poco mas de dos horas de duración sobre un escenario al aire libre con una superficie aproximada de novecientos metros.
A pesar de las amenazas de un grupo fundamentalista islámico, la actuación de McCartney efectuó sin novedad y fue recibido con gran entusiasmo por un público conformado por niños y adultos que pagaron entre cien y mil euros para ver al músico.
Con esta actuación, Paul McCartney puso punto final a un silencio de mas de cuarenta años cuando las autoridades de Israel prohibieron a los Beatles visitar “tierra santa” en 1965 por considerar su música como nociva para la juventud.
Durante el concierto McCartney llego a decir algunas palabras en hebrero alegóricas al nuevo año judío de Rosh Hashanà que se celebro el pasado lunes de esta semana que culmina.
Pocas horas antes de su actuación en el parque Yarkon, McCartney aprovecho para visitar “la Basilia de la navidad” en Belén desde donde afirmo que “había puesto una vela por la paz de todo el mundo y en especial por Israel y Palestina”.
El ex Beatle también confeso que había querido visitar la capital palestina de Ramala pero fue persuadido de lo contrario por los servicios de seguridad del consulado británico que lo estimaron muy peligroso.
El Beatle interpreto una selección de treinta canciones en poco mas de dos horas de duración sobre un escenario al aire libre con una superficie aproximada de novecientos metros.
A pesar de las amenazas de un grupo fundamentalista islámico, la actuación de McCartney efectuó sin novedad y fue recibido con gran entusiasmo por un público conformado por niños y adultos que pagaron entre cien y mil euros para ver al músico.
Con esta actuación, Paul McCartney puso punto final a un silencio de mas de cuarenta años cuando las autoridades de Israel prohibieron a los Beatles visitar “tierra santa” en 1965 por considerar su música como nociva para la juventud.
Durante el concierto McCartney llego a decir algunas palabras en hebrero alegóricas al nuevo año judío de Rosh Hashanà que se celebro el pasado lunes de esta semana que culmina.
Pocas horas antes de su actuación en el parque Yarkon, McCartney aprovecho para visitar “la Basilia de la navidad” en Belén desde donde afirmo que “había puesto una vela por la paz de todo el mundo y en especial por Israel y Palestina”.
El ex Beatle también confeso que había querido visitar la capital palestina de Ramala pero fue persuadido de lo contrario por los servicios de seguridad del consulado británico que lo estimaron muy peligroso.
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