Los Beatles
se negaron a tocar frente a un público “segregado” en un concierto en el Cow Palace
de California, en 1965, en el marco de su segunda gira por los Estados Unidos.

El documento, que saldrá a la venta a finales
de este mes, estipulaba también no menos de “ciento cincuenta policías para la protección
personal del grupo” así como una “plataforma especial” para la batería.
Una de las clausulas del documento exigía que
todos los camerinos incluyeran “cuatro camas, espejos, una hielera, televisión
y toallas limpias” lo que se diferencia años luz de los extravagantes y a veces
absurdos requerimientos de los artistas y bandas de hoy día.
La decisión
de tocar frente a un público “no segregado” era realmente revolucionaria para
aquellos días cuando tan solo diez años atrás una afro descendiente
norteamericana, llamada Rosa Parks, se negó a ceder su puesto en un autobús
publico lo que detono un movimiento por los derechos civiles en esa nación que
tuvo su máximo esplendor con el discurso “tengo un sueño” que dio el reverendo Martin
Luther King en 1963 frente a unas doscientas cincuenta mil personas que se
reunieron en Washington.
El documento “anti segregacionista” de los Beatles,
incluye la firma de su manager, el Sr. Brian Epstein y se estima que tendrá un
precio de salida de cuatro mil setecientos dólares cuando sea subastado el próximo
30 de septiembre en Los Ángeles.
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