
En una ceremonia marcada por la nostalgia, McCartney
aprovecho para recordar a “tres muchachos”, llamados John lennon, George Harrison
y Ringo Starr sin los cuales él nunca habría
recibiendo la distinción”.
Dijo que “si remontaba atrás en el tiempo, en Liverpool,
cuando era niño, y escuchaba las canciones de Buddy Holly, jamás habría pensado
que tendría una estrella en el famoso paseo de Hollywood”.
El discurso de “develación de la estrella”
estuvo a cargo de Neil Young quien entre otras cosas aseguro que McCartney se
encontraba en la “cima de su arte”.
El acto estuvo tan concurrido que la policía
de la ciudad tuvo que adoptar un gran dispositivo de seguridad para contener el
entusiasmo de los seguidores de literalmente bloquearon la entrada del edificio
cilíndrico de la antigua sede de la casa disquera Capitol Records.
Paul McCartney se convirtió de esta manera en
el en el ultimo Beatle en recibir una estrella en el “paseo de la fama del rock
and roll”.
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