
McCartney,
que se hospedo en el J.W Marriott de la capital nueva granadina, estuvo
escoltado en todo momento por “un anillo de acero” de mil cuatrocientos policías
que lo siguieron en todo momento, según reporto en su edición de ayer el diario británico
“The Daily Telegraph”.
Una fuente policial, que no quiso revelar su
identidad, dijo que “la protección brindada a McCartney fue una operación masiva
de seguridad porque es la estrella más grande que había visitado la ciudad. Y a
pesar de que no se produjo ninguna amenaza en particular, no se dejo nada al
azar”
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