
Según
señalo el diario “El Pais” de esa nación suramericana, la venta de las 54.000
entradas disponibles para el recital que se llevo a cabo en el Estadio Centenario,
supuso ingresos por la cantidad de 5.750.000 millones de dólares, de los que
unos 3 millones quedaron en manos del músico y sus productores.
El
resto del dinero fue a parar a las arcas de la dirección general impositiva,
conocida en Uruguay por sus siglas DGI, que entre el 22% que aplica el IVA y el
12% el impuesto a la venta a los no residentes, recaudo 1.020.000 millones de dólares.
En total los organizadores del evento
obtuvieron un beneficio de 461.000 dólares, sin contar otros ingresos como el
patrocinio que pagaron algunas empresas o por lo recaudado por la venta de 180
entradas para la prueba de sonido del cantante que tenían un valor aproximado
de entre 1.000 a 1.500 dólares que no fueron tributadas porque no formaban
parte del espectáculo.
Los boletos para el concierto de McCartney en Montevideo
se agotaron en un tiempo record.
El
recital fue transmitido en directo en una pantalla gigante colocada en el
centro de la ciudad uruguaya ante la que se congregaron cerca de 10.000
personas.
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