A
pesar de que es el músico más rico de Inglaterra, con una fortuna cercana a los
Novecientos Millones de Dólares, el ex Beatle Paul McCartney cobro solo un
dólar cincuenta por su participación en la apertura de los juegos olímpicos de Londres,
el pasado 27 de julio.
Su apoteósica
interpretación de “Hey Jude” fue vista por más de un billón de televidentes
alrededor del mundo entero y fue filmada para la posteridad por el cineasta británico
Danny Boyle.
El precio, aunque simbólico, fue establecido previamente
por el comité olímpico para facilitar el contrato y comprometió también a los británicos
Mike Oldfield, Dizzie Rascal y la joven cantante de veinticuatro años, Emeli Sande,
quien recientemente “se quejo” que aun “no había recibido su paga”.
La
ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de Londres 2012 conto además con
la participación de más de quince mil voluntarios, que no cobraron un centavo
por su trabajo a pesar de que el costo por la entrada más cara para ver el espectáculo
rondaba por el orden de los tres mil dólares.
Se
supo que Paul McCartney suspendió los ensayos de su esperada actuación olímpica
para enviarle una carta a un ministro hindú responsable de la suerte de un
malogrado elefante, llamado “Sunder”, que se encuentra encadenado a un poste en
la india que ha venido siendo monitoreado por la organización “People for the Ethical
Treatment of Animals”, conocida mundialmente por sus siglas P.E.T.A.
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