Como colofón
a su agotadora agenda de medios de la semana pasada, Paul McCartney ofreció un “concierto
secreto” en el club la caverna de Liverpool ante un reducido público de 200
personas que tan solo minutos antes se habían enterado de la locación.
Antes
de comenzar el show con una imponente versión del clásico “Twenty Flight Rock”
de Eddie Cochran, el cantante le dedico algunas palabras al Cavern y a su
ciudad natal de Liverpool y comento que aquella canción “le había permitido conocer a John Lennon”.
Sin
embargo, durante la actuación el cantante paro de tocar abruptamente para
quejarse por la cantidad de celulares que filmaban el concierto.
Aquello
estaba expresamente prohibido en los términos del show por lo que el músico le pidió
encarecidamente a todos que guardaran sus teléfonos. “Respeten las reglas!” vocifero el Beatle como “un padre reprimiendo a sus hijos” según la opinión de un reportero del
portal “New Musical Express” que se encontraba presente.
El
resto del recital aconteció normalmente con un concierto que recorrió su amplia
y exitosa carrera, desde sus días con Los Quarrymen hasta su más reciente
trabajo discográfico, llamado “Egypt Station”, cuya publicación se espera para
el próximo 7 de septiembre.
Comentarios
Publicar un comentario