Una semana como esta, en 1988, George Harrison se reúne en los Ángeles con Jeff Lynne, Roy Orbison, Tom Petty y Bob Dylan para grabar la base musical de algunas de las canciones que integrarían el primer álbum de “los Traveling Wilburys”.
El álbum, que salió finalmente con el título de “volumen 1”, fue editado por la casa disquera Warner Brothers y le valió a este “supergrupo” un Grammy en la categoría de “mejor dúo o grupo vocal” en 1989.
Los Traveling Wilburys tuvieron un éxito inesperado.
Sus integrantes adoptaron pseudónimos extraños y se hicieron pasar por unos supuestos “hermanos wilburys” que nadie conocía y que solo se podía deducir su identidad si se observaba con detenimiento la portada del disco.
El grupo sufrió un duro golpe en diciembre de 1988 con la muerte de Roy Orbison.
En 1990 los sobrevivientes del grupo decidieron lanzar un nuevo álbum que salió al mercado con el título de “Traveling Wilburys Vol. 3” pero no tuvo el mismo éxito del anterior.
Los Traveling Wilburys nunca fueron una banda convencional. Fueron más bien un concepto jocoso que terminó haciendo muy buena música. Jamás hicieron un concierto y cada uno de sus miembros mantuvo intacta sus respectivas carreras musicales.
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