Un año después de haber suspendido su visita debido a
una enfermedad viral que lo retuvo en una clínica, Paul McCartney regreso al Japón
donde fue recibido por una multitud que fue a darle la bienvenida en el
aeropuerto internacional de Kansai, en Osaka, el pasado 20 de Abril.
El Beatle, que
a pesar de sus 72 años de edad luce mucho más joven, llego acompañado de su
esposa Nancy Shevell y una guitarra en sus manos, para emprender una serie de
conciertos en “la nación del sol” naciente que se vieron abarrotados por un
verdadero aluvión de fanáticos que no dejaron de gritar lo que hizo recordar
escenas de los días de la Beatlemania.
A los pocos
minutos de su llegada al terminal, el músico escribió en su cuenta twitter: “Aquí estamos, listos para rockear en Japón”
que al poco tiempo fue compartido por más de dos mil usuarios y recibió un número
similar de “likes”.
La cálida recepción que recibió McCartney en Japón
aquel día contrasto mucho con la que tuvo que afrontar en el Aeropuerto Internacional
de Tokio, el 16 de Enero de 1980, cuando fue arrestado por posesión ilegal de 220
gramos de marihuana.
Por aquel delito el músico estuvo a punto de enfrentar
una pena de ocho años de cárcel, pero gracias a los servicios diplomáticos británicos,
fue liberado a los nueve días tras ser deportado del país.
La cancelación repentina
de aquella gira en Japón contribuyo en gran medida al fin del grupo Wings que le
permitió a McCartney cosechar varios éxitos musicales en la década de los
setenta.
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